domingo, 26 de agosto de 2012

AÚN TENEMOS VIDA EN ESTA TIERRA. Tres poemas de Fredy Chikangana


Todo Está dicho

No tengo nada que decir
sobre el tiempo y el espacio que se nos
vino encima.

Todo está dicho.

Que hablen los ríos desde su agonía
que hablen las serpientes que se arrastran
por ciudades y pueblos,
que algo digan las palomas desde sus
ensangrentados nidos.
Yo,
hijo de tierras ancestrales,
no tengo nada que decir.

Todo está dicho.

Esos soles transcurridos
también algo tendrán en su memoria,
aquellas lunas que lloran con la lluvia
algo tendrán en sus recuerdos de amargura,
los árboles, los peces,
el último arco iris venerado
tendrán algo entre sus quejas;
Yo,
hijo de dolores y esperanzas,
nada tengo que decir.

Todo está dicho.

Paisaje de Tierradentro

Mujeres indígenas de Tierradentro

Puñado de tierra

Me entregaron un puñado de tierra para que ahí viviera
“Toma lombriz de tierra” me dijeron,
“Ahí cultivarás, ahí criarás a tus hijos,
ahí masticarás tu bendito maíz”.
Entonces tomé ese puñado de tierra,
lo cerqué de piedras para que el agua
no me lo desvaneciera,
lo guardé en el cuenco de mi mano, lo calenté,
lo acaricié y empecé a labrarlo…
Todos los días le cantaba a ese puñado de tierra;
entonces vino la hormiga, el grillo, el pájaro de la noche,
la serpiente de los pajonales,
y ellos quisieron servirse de ese puñado de tierra.
Quité el cerco y a cada uno le di su parte.
Me quedé nuevamente solo
con el cuenco de mi mano vacío;
cerré entonces la mano, la hice puño y decidí pelear
por aquellos que otros nos arrebataron...

Aún tenemos vida en esta tierra

Mientras ellas muelen el maíz amarillo sobre la piedra
nosotros cantamos con flautas y tambores de venado
reímos y nos embriagamos sin prisa.
despedimos al sol que huye entre las montañas.
Reímos y danzamos con flautas entre las manos
nos vamos metiendo hasta el fondo de la tierra,
por ese ombligo tibio que arrastra y nos lleva
a la memoria
a ese espacio donde habitan nuestros muertos,
que nos reciben con alegría:
“Bebamos!” dice taita Manuel  “ y que viva el maíz”.
“Bebamos!” dice mama Rosario “y que viva la tierrita que nos
calienta”.
Y mientras danzamos sobre los surcos,
reímos y cantamos con nuestros muertos,
con flautas ahuyentamos las penas
y con chicha endulzamos las noches.
“Bebamos sin pena!”,  gritan,
“que aún tenemos vida en esta tierra”.


 Fredy o Wiñay Mallki es un poeta del pueblo Yanacona o Chikangana, que quiere decir “Gente que se sirve mutuamente en tiempos de oscuridad”. Su obra poética ha sido ampliamente reconocida y su libro “Espíritu de pájaro en pozos del ensueño” lo consagra como uno de los escritores quechuas más importantes del Norte de los Andes. Algunos de sus poemas son experimentos visuales que nos dan una visión sobre lo que significa para los pueblos del Macizo colombiano su profunda, íntima y ancestral relación con el territorio y la naturaleza.

Pueden enviar sus comentarios a megaspar@hotmail.com

lunes, 20 de agosto de 2012

YO QUIERO LUZ DE LUNA... Un homenaje a Chavela Vargas


Y aunque te amo con locura…. Ya no vuelvas”     
          
Chavela es algo así como Pedro Páramo en canciones, es su voz desgarrada que arrastra lo que los corazones sienten en soledad. Es el abandono íntimo del deseo esquivo, es el alarido que clama lo imposible o lo perdido, es también la Cruz del Olvido, son las sombras que van dejando huella, y más aún, las cicatrices del tiempo en las almas que han sufrido desamores. Sus canciones se encierran en volutas de humo, en noches interminables; se reflejan en el fondo de las copas vacías y hacen eco entre las botellas que retozan en las barras de las cantinas favoritas de los bebedores solitarios.

Son muchas las noches que me han acompañado las canciones de esa inconmensurable mujer a quien siempre imagino con su medallón de chamana y su jorongo rojo puesto, con esa voz que le salía de sus entrañas y con el temperamento libertario que incomoda a quienes son incapaces de transgredir o de sentir la tentación de la concuspicencia.

Así digan que se murió a los 93 años, sigue viva y nos acompañará en muchas noches de jarana y de despecho, para recordarnos que el hastío y la pasión a veces van de la mano, que la belleza del paisaje depende de las lágrimas que tengamos en los ojos, que la tristeza del amor es sublime y también suicida, que no hay partidas sin que se sueñe la posibilidad del regreso….
Chavela Vargas
Chavela: cada vez que tenga el alma en carne viva te evocaré y brindaré a tu salud, gracias por las lecciones aprendidas, que ojalá las alboradas traigan notas de chelos para cantar “Amanecí  otra vez entre tus brazos”, y que la vida no “juegue con nuestra honra parrandera”.
Chavela Vargas vivió mucho tiempo en una calle llamada “El Bulevar de los sueños rotos”, Joaquín Sabina ha escrito una hermosa canción que retrata tan singular y espléndida personalidad; cómo no quererla, cómo no admirarla, si al fín y al cabo estará en el privilegiado cielo de los “cronopios”.

En el bulevar de los sueños rotos
Joaquin Sabina

En el bulevar de los sueños rotos
vive una dama de poncho rojo,
pelo de plata y carne morena.
Mestiza ardiente de lengua libre,
gata valiente de piel de tigre
con voz de rayo de luna llena.

Por el bulevar de los sueños rotos
pasan de largo los terremotos
y hay un tequila por cada duda.
Cuando Agustín se sienta al piano
Diego Rivera, lápiz en mano,
dibuja a Frida Kahlo desnuda.

Se escapó de cárcel de amor,
de un delirio de alcohol,
de mil noches en vela.
Se dejó el corazón en Madrid
¡quien supiera reír
como llora Chavela!

Por el bulevar de los sueños rotos
desconsolados van los devotos
de San Antonio pidiendo besos
Ponme la mano aquí Macorina
rezan tus fieles por las cantinas,
Paloma Negra de los excesos.

Por el bulevar de los sueños rotos
moja una lágrima antiguas fotos
y una canción se burla del miedo.

Las amarguras no son amargas
cuando las canta Chavela Vargas
y las escribe un tal José Alfredo.
(Estribillo)
Las amarguras no son amargas
cuando las canta Chavela Vargas
y las escribe un tal José Alfredo.
Chavela Vargas - Piensa en mí
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