ry Henry, Romario, Buffon, Forlán, Drogba, Kaká, y quien sabe cuántas luminarias. Les tocó compartir titulares de prensa, horas de televisión, comentarios en todos los medios, en las tiendas, en los bares, en los buses, en la calle…Llegó el Mundial, como cada cuatro años, desde que dejó de clasificar Colombia nos toca hacernos hinchas de otros equipos y seguir los partidos con pasión, como si fuéramos argentinos, brasileros, españoles o ingleses, no importa que a millares de compatriotas los deporten, les nieguen la visa o sean sospechosos de algo, simplemente por ser colombianos. He visto en Quibdó clásicos entre el Bayern de Munich y el Inter y esos equipos tienen fanáticos aquí!!! Es más, ven los partidos por televisión con las camisetas de esos equipos puestas!!!
Los países se vuelven selecciones, poco importa saber cuál es la capital o las formas de gobierno de Costa de Marfil, de Dinamarca, Camerún, Nueva Zelanda o Serbia, lo cie
rto es que tiene selección y están en el mundial de Sudáfrica mientras nosotros festejamos los goles de nuestro equipo en partidos amistosos cuando servimos de sparring.He disfrutado varios mundiales (todos por televisión), y he hecho muchas apuestas, pero tal vez lo que más me ha entusiasmado cada vez que llega el mundial es la oportunidad de reunirme con un grupo de amigos para ver los partidos. Desde aquellas épocas en que concurríamos a la Taberna del Toro, un hermoso lugar ya desaparecido en el centro de Bogotá, para ver a la Argentina campeón, hemos visto los partidos en tv a color, en pantalla gigante, en videobeam, y nos hemos preparado para cada partido que consideramos un clásico.
De todas las selecciones que he visto creo que tengo la selección ideal. Casi nunca juegan, es más ni siquiera los he visto
en pantaloneta, pero entre todos saben más de estrategias que los mejores directores técnicos de todos los mundiales, son expertos en preparar crispetas con salchichas, en devorar papas de talego, en adornar la mesa con cervezas y licores, y ser capaces de llenar ceniceros si los nervios los dominan. Esa es mi selección: la de los amigos que quiero que me acompañen para disfrutar cada partido, que son generalmente los mismos con los que la vida me ha premiado, y con quienes en los entretiempos podemos hablar fugazmente de otros temas como política o cosas de trabajo. Por eso espero con alegrìa cada mundial para tener la oportunidad de disfrutar de algunos clásicos en su dilecta compañía, ahí les aviso.
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