Ella es algo así como una Marilyn “Kirch”, o una muñeca del almacén Tía. Desde muy niño la reconocí adornando los espejos retrovisores de las tractomulas, de los camiones, casi siempre en bikini luciendo sus exorbitantes atributos; o vestida de vaquero, o simplemente el contorno de su silueta, en forma de calcomanía, se dibujaba en guardafangos, parabrisas y consolas de los buses en los que día a día me encaramaba para ir a estudiar a un colegio, que para mi fortuna, quedaba muy cerca del centro de Bogotá, pues a la salida de clases, con el pretexto de ir a la biblioteca, disfrutaba de la oferta de los cines de reestreno que atraían a sus espectadores proyectando cintas de las rutilantes y "fantaseadas" Brigitte Bardot, Raquel Welch, Sofía Loren, Marilyn otras tantas divas a las que jamás pudimos ver en vivo.
Jayne Mansfield, la rubia de platino una peliteñida, que se llamaba Vera Palmer, fue una actriz de atributos generosos a quien se le asomaba Eros por cada poro de su cuerpo. La ví por primera vez en el cine, actuando en una película llamada “La sirena de las aguas verdes”, eso fue, si mal no recuerdo en el cine continuo del Teatro Faenza en Bogotá; y aunque nunca ví sus películas “Bésalas por mí”, o “Una mujer de cuidado”, me deleitaba cada vez que podía disfrutar su imagen en cinemascope, y no me importaba lo que decía, o cómo actuaba, simplemente iba a ver el movimiento de sus caderas y a deleitar mi mirada adolescente en sus despampanantes senos, evidiados hasta por la mismísima Sofía Loren. Su vida misma, plagada de escándalos, y a quien le atribuyeron muchísimos romances, sus matrimonios, -a pesar de que tan solo vivió algo así como 34 años, tuvo 5 hijos, tres de ellos con un tarzán que le hizo una mansión donde todo tenía forma de corazón, hasta la piscina, y todo, todo era de color fucsia- su estrambótico sentido estético hicieron de ella un personaje en donde se mezclaba la realidad y la ficción, pareciera ser que su vida fuera de los estudios de cine fuera una prolongación de sus películas, tanto así que se mató junto a su novio de entonces, en un accidente de tránsito al de salir de una de esas espectaculares fiestas. Dicen que la encontraron decapitada…
Hoy, casi 60 años después de su desaparición, aún se siguen construyendo fábulas alrededor de su vida y de su muerte, ella vivió para inmortalizarse, por lo menos sus fotografías lo serán. Para que la recuerden, y para que la conozcan les comparto algunas algunas:
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