“Puede que a ti te guste o puede que no
pero el caso es que tenemos mucho en común
bajo un mismo cielo, más o menos azul,
compartimos el aire y adornamos el sol”.
Esta estrofa de una bella canción de Serrat es un canto a la diversidad, una invitación a eliminar de nuestro sentimiento esa fea costumbre de excluir a los que no son de uno u otro color, a los que piensan diferente, a los que se divierten diferente, a los que creen en otros dioses, a quienes disfrutan de sus cuerpos sin sentimientos de culpa, a los que lloran a sus muertos rasgando vestiduras sin convertir el suceso en “eventos sociales”, donde hasta quienes sentimos mayor dolor tenemos que estar bien puestecitos.
Hoy 21 de Mayo es el día de la afrocolombianidad, Quibdó está de fiesta. Me despertaron los sonidos marciales de las bandas de guerra escolares, sobra decir que aquí la cotidianidad es alegrada frecuentemente con desfiles, disfraces, comparsas, y no se pierde ocasión para que todo aquello parezca carnaval y fiesta.
En el paseo al Malecón vi una algarabía de estudiantes en formación, con banderas, estandartes y carteleras que hacen remembranza de los ancestros; algunos jovencitos se engalanaban con trajes típicos del África, países como Ghana o Argelia tienen aquí sus representantes, suenan los instrumentos, se alistan los bailarines, el candombe, el alabao y el vudú también están de celebración. Hoy se rinde homenaje a los negros que entregan su talento a las letras, las artes, la música, la ciencia o la política; yo le rindo admiración a quienes con el espinazo al sol le arañan dos gramos de oro a las aguas del Baudo, a quienes descargan racimos de plátano en los puertos, a las matronas que fritan pescao en braseros de leña, a las madres solteras y jovencitas que trabajan en casas de familias por cualquier moneda o libra de arroz, a quienes salieron despavoridos de sus tambos antes de que las motosierras los picaran como a la madera que se les roban…
Naturalmente le rindo admiración a Candelario Obeso, al maestro Zapata Olivella, a Oscar Collazos y a Sonia Truque, al maestro Rojas Erazo, a Teresita Gómez, a Gualajo, y reconozco los inmensos aportes que su venerable raza nos ha entregado. Gracias por el fuego, gracias por la magia, gracias por la sensualidad, el saboreo, las palmeras, gracias a los cimarrones por ensenarnos que la libertad es el mas preciado tesoro....
Para mis amigos de Bogota Pacho Amin, Juan Mosquera, el negro Yimi, Esperancita, Neris, los noctámbulos de África o de Bongo, un abrazo con el alma.
Hoy, como en muchos lugares del país, se realizaran más de 180 eventos, Ojala“Puede que a ti te guste o puede que nopero el caso es que tenemos mucho en comúnbajo un mismo cielo, más o menos azul,compartimos el aire y adornamos el sol”.
Esta estrofa de una bella canción de Serrat es un canto a la diversidad, una invitación a eliminar de nuestro sentimiento esa fea costumbre de excluir a los que no son de uno u otro color, a los que piensan diferente, a los que se divierten diferente, a los que creen en otros dioses, a quienes disfrutan de sus cuerpos sin sentimientos de culpa, a los que lloran a sus muertos rasgando vestiduras sin convertir el suceso en “eventos sociales”, donde hasta quienes sentimos mayor dolor tenemos que estar bien puestecitos.
Hoy 21 de Mayo es el día de la afrocolombianidad, Quibdó está de fiesta. Me despertaron los sonidos marciales de las bandas de guerra escolares, sobra decir que aquí la cotidianidad es alegrada frecuentemente con desfiles, disfraces, comparsas, y no se pierde ocasión para que todo aquello parezca carnaval y fiesta.
En el paseo al Malecón vi una algarabía de estudiantes en formación, con banderas, estandartes y carteleras que hacen remembranza de los ancestros; algunos jovencitos se engalanaban con trajes típicos del África, países como Ghana o Argelia tienen aquí sus representantes, suenan los instrumentos, se alistan los bailarines, el candombe, el alabao y el vudú también están de celebración. Hoy se rinde homenaje a los negros que entregan su talento a las letras, las artes, la música, la ciencia o la política; yo le rindo admiración a quienes con el espinazo al sol le arañan dos gramos de oro a las aguas del Baudo, a quienes descargan racimos de plátano en los puertos, a las matronas que fritan pescao en braseros de leña, a las madres solteras y jovencitas que trabajan en casas de familias por cualquier moneda o libra de arroz, a quienes salieron despavoridos de sus tambos antes de que las motosierras los picaran como a la madera que se les roban…
Naturalmente le rindo admiración a Candelario Obeso, al maestro Zapata Olivilla, a Oscar Collazos y a Sonia Truque, al maestro Rojas Erazo, a Teresita Gómez, a Gualajo
Para mis amigos de Bogota Pacho Amin, Juan Mosquera, el negro Yimi, Esperancita, Neris, los noctámbulos de África o de Bongo, un abrazo con el alma.
Hoy, como en muchos lugares del país, se realizaran más de 180 eventos, Ojala que la fiesta sea pa todo el año, que nos vacunemos contra la discriminación, pero que la vacuna no caduque o actúe solo en ciertas circunstancias. Yo sencillamente me sentare a tomar un “regional” (aguardiente de alambique) con algún amigo afro, ojala de los que cargan una carreta y venden limones por las calles de Quibdo.
“yo blanco y tú como el betún
y, fíjate,no sé si me gusta mas de tí
lo que te diferencia de mi
o lo que tenemos en común.
Te guste o no
me caes bien por ambas cosas
lo común me reconforta,lo distinto me estimula.”
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