“Y
aunque te amo con locura…. Ya no vuelvas”
Chavela
es algo así como Pedro Páramo en canciones, es su voz desgarrada que arrastra
lo que los corazones sienten en soledad. Es el abandono íntimo del deseo
esquivo, es el alarido que clama lo imposible o lo perdido, es también la Cruz
del Olvido, son las sombras que van dejando huella, y más aún, las cicatrices
del tiempo en las almas que han sufrido desamores. Sus canciones se encierran
en volutas de humo, en noches interminables; se reflejan en el fondo de las
copas vacías y hacen eco entre las botellas que retozan en las barras de las
cantinas favoritas de los bebedores solitarios.
Son
muchas las noches que me han acompañado las canciones de esa inconmensurable
mujer a quien siempre imagino con su medallón de chamana y su jorongo rojo
puesto, con esa voz que le salía de sus entrañas y con el temperamento
libertario que incomoda a quienes son incapaces de transgredir o de sentir la
tentación de la concuspicencia.
Así
digan que se murió a los 93 años, sigue viva y nos acompañará en muchas noches
de jarana y de despecho, para recordarnos que el hastío y la pasión a veces van
de la mano, que la belleza del paisaje depende de las lágrimas que tengamos en
los ojos, que la tristeza del amor es sublime y también suicida, que no hay
partidas sin que se sueñe la posibilidad del regreso….
Chavela Vargas |
Chavela:
cada vez que tenga el alma en carne viva te evocaré y brindaré a tu salud,
gracias por las lecciones aprendidas, que ojalá las alboradas traigan notas de
chelos para cantar “Amanecí otra vez
entre tus brazos”, y que la vida no “juegue con nuestra honra parrandera”.
Chavela
Vargas vivió mucho tiempo en una calle llamada “El Bulevar de los sueños
rotos”, Joaquín Sabina ha escrito una hermosa canción que retrata tan singular
y espléndida personalidad; cómo no quererla, cómo no admirarla, si al fín y al
cabo estará en el privilegiado cielo de los “cronopios”.
En el bulevar de los sueños rotos
Joaquin Sabina
En el bulevar de los sueños rotos
vive una dama de poncho rojo,
pelo de plata y carne morena.
Mestiza ardiente de lengua libre,
gata valiente de piel de tigre
con voz de rayo de luna llena.
vive una dama de poncho rojo,
pelo de plata y carne morena.
Mestiza ardiente de lengua libre,
gata valiente de piel de tigre
con voz de rayo de luna llena.
Por el bulevar de los sueños rotos
pasan de largo los terremotos
y hay un tequila por cada duda.
Cuando Agustín se sienta al piano
Diego Rivera, lápiz en mano,
dibuja a Frida Kahlo desnuda.
pasan de largo los terremotos
y hay un tequila por cada duda.
Cuando Agustín se sienta al piano
Diego Rivera, lápiz en mano,
dibuja a Frida Kahlo desnuda.
Se escapó de cárcel de amor,
de un delirio de alcohol,
de mil noches en vela.
Se dejó el corazón en Madrid
¡quien supiera reír
como llora Chavela!
de un delirio de alcohol,
de mil noches en vela.
Se dejó el corazón en Madrid
¡quien supiera reír
como llora Chavela!
Por el bulevar de los sueños rotos
desconsolados van los devotos
de San Antonio pidiendo besos
Ponme la mano aquí Macorina
rezan tus fieles por las cantinas,
Paloma Negra de los excesos.
desconsolados van los devotos
de San Antonio pidiendo besos
Ponme la mano aquí Macorina
rezan tus fieles por las cantinas,
Paloma Negra de los excesos.
Por el bulevar de los sueños rotos
moja una lágrima antiguas fotos
y una canción se burla del miedo.
moja una lágrima antiguas fotos
y una canción se burla del miedo.
Las amarguras no son amargas
cuando las canta Chavela Vargas
y las escribe un tal José Alfredo.
(Estribillo)
Las amarguras no son amargas
cuando las canta Chavela Vargas
y las escribe un tal José Alfredo.
cuando las canta Chavela Vargas
y las escribe un tal José Alfredo.
Chavela Vargas - Piensa en mí |
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