miércoles, 22 de febrero de 2012

DANIEL SANTOS: Cómo se van las noches pensando y pensando…..

El cielo azul, el vaivén de las olas del mar, el ritmo de las palmeras son apenas parte de la escenografía de toda la sensualidad y la musicalidad del trópico de las Antillas. De ahí, desde sus costas, emanados esas paradisíacas islas, desde ciudades como La Habana, San Juan, Panamá, Kingston o Cartagena se han generado los universos de ritmos y tonadas que nos han cautivado por generaciones.

La percusión de timbales,  maracas y bongós, en armonía con la guitarra y el tres, haciendo filigranas con los cobres, y jugando con el dominó de las teclas de los pianos, han gestado maravillosos sones, guarachas, mambos, guaguancós, plenas, aguinaldos, boleros y danzones, solo para ilustrar ese firmamento de luminosos paisajes de sonidos. Un abanico de grandes compositores, de destacadísimos músicos y de figuras rutilantes que con su voz han llevado el mensaje de alegría, de nostalgia y la particular alma bohemia del sentir de ese Caribe, han sido capaces de convertirse en símbolos que han dejado su huella indeleble en nuestra ruta.

Son tantos, que cada uno de nosotros ha elegido quienes están en el podio donde premiamos con reverencia a quienes consideramos los mejores. No es una decisión fácil, a algunos los admiramos y reconocemos su talento, unos cuantos brillan como estrellas fugaces y algunos privilegiados llegaron para quedarse. Si en este momento tuviera que elegir, ante todo pensaría en Don Agustín Lara,  Beny Moré, Ismael Rivera, Daniel Santos y Héctor Lavoe. Sobre todas las cosas ellos fueron profundamente humanos, llegaron a ser considerados ídolos y también padecieron las consecuencias de su grandeza; navegaron por la música antillana entregándonos su talento, su grandeza y el gusto por asumir la vida con una desbordada intensidad.
No es necesario adentrarnos en los datos biográficos de ellos, -la gran ventaja del internet es que colocamos sus nombres e inmediatamente nos remiten a miles de páginas donde podemos encontrar referencias a su vida y a su obra- yo les hablo de la marca que me han dejado, les hablo desde las miles de canciones que  he escuchado, les hablo desde las muchas noches que me han acompañado y desde los sonidos que retumban o susurran hermosas frases de amor en la intimidad. Les digo que la música antillana ha sido ingrediente fundamental del sabor que he tratado de imponerle a la existencia, para acariciar el paso de la vida, para vivir iluminado por el sol o por las luces de neón.

El único que merece el trato de EL JEFE es  Daniel Santos, el resto pueden ser gerentes, mandarines, coordinadores, directores, caciques o mayorales. Ese ANACOBERO -que quiere decir algo así como diablillo travieso- llegó al alma de marineros, de trashumantes de tierra firme, de trasgresores, de bohemios y noctámbulos. Era un dios de carne y hueso con corona de hierba y humo;  tuvo luz propia en lupanares y altar en las rockolas, fue un empedernido propiciador de escándalos, libertino, andariego y divertido. De sus temporadas con el Cuarteto Flórez, el Conjunto de Sociedad, la Sonora Matancera, Pedro Laza, el Conjunto Clásico, queda el testimonio de su voz en melodías como El Tibiri Tabara, Cómo se van las Noches, Virgen de media Noche, Linda, La despedida (Vengo a decirle adiós a los muchachos), Palmeras, Margie, Esperanza Inútil, Canción de la Serranía, por eso una noche en compañía de la Música del JEFE es un cálido pretexto para embriagar al corazón, para atrasar el reloj y bailar guarachas, para besar a la luna o a quien deliciosamente se atreva a suplantarla!!!
Hace 20 años se fue de viaje, tal vez a acompañar a sus amigos de barra, o de pronto a improvisar un coro con algún Orisha y algún viejo Babalao que acompañará su voz con un güiro y una clave. Su imagen que anda dibujada de bar en bar, desde Guayaquil hasta Nueva York es un ícono nocturnal de ese pedestal donde permanecerá mientras exista “Borinquén la tierra del Edén, la perla de los mares”, y la lucidez nos acompañe para brindar por él.
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jueves, 16 de febrero de 2012

EL CRUCIGRAMA, UNA FORMA DE CRUZAR EL CIELO EN AVIONCITOS DE PAPEL.

Existen pequeñas satisfacciones que nos podemos dar en la vida, una de ellas es afrontar el reto de resolver un crucigrama si recurrir a ayudas. Es un desafío del que si salimos airosos, ni siquiera podemos alardear, colocar la última letra es entrar en un estado de plenitud. Completarlo es una victoria que hace suspirar, sobre todo cuando no quedan dudas y no se hace necesario esperar a que aparezca publicada la solución.

La trama y urdimbre entre las Verticales y las Horizontales, los cuadrados negros, tienen un inmenso poder de atracción, un crucigrama en blanco es irresistible, más si se tienen a la mano estilógrafo y algunos minutos. Prefiero los crucigramas pequeños, los que los CRUCIGRAMEROS de profesión llamarían clásicos; aquellos que no pasan de más de 300 cuadritos, que son usualmente de los periódicos y  algunas revistas; los temáticos y esos que vienen  del tamaño de una o más páginas me parecen bastante aparatosos.
Cuando evoco a mi padre, lo veo sentado resolviendo el crucigrama del diario El Tiempo; también recuerdo a mi hija cuando a sus tres años me lo llevaba ya resuelto… a su manera, claro está. Con el transcurrir del tiempo he encontrado que esta afición está reservada a los hombres, solo he conocido una mujer que tenga habilidad competitiva para resolverlos, claro que si estoy equivocado, puedo corregir….

Sin embargo he visto grupos de hombres y mujeres resolviendo esos gigantescos crucigramas de varias páginas que contienen acertijos de deporte, de farándula, de la naturaleza y, por épocas, este tejido de letras se ha convertido en un entretenimiento que propicia el encuentro de la familia, por supuesto, eso tiene su mérito.

Resolver crucigramas es pasatiempo de desocupados, de diletantes. Si bien es cierto, que con la experticia se van descubriendo mecanismos y “fórmulas” de resolución, lo agradable del ejercicio es la sorpresa que nos puede traer al hacer que repasemos o escarbemos en nuestra memoria para encontrar la respuesta. Funciona la lógica, también la imaginación, la asociación de palabras, y la casualidad!!! Lo cierto en que de cada uno de ellos aprendemos algo nuevo. Muchas veces la duda de un término o de un ignoto lugar geográfico nos acompaña hasta que satisfacemos nuestra curiosidad encontrando la respuesta. Hay que anotar que este oficio también tiene como consecuencia el gusto por los diccionarios, sobre todo aquellos que tienen que ver con la mitología, la geografía y la historia, creo que es también una hermosa forma de navegar entre los libros y el conocimiento inútil.

También prefiero resolverlos a lápiz, porque es más fácil corregirlos. Doblar el periódico de tal manera que podamos cumplir la tarea en el bus, en una sala de espera, en la cama, en la mesa de una cafetería, en la banca de un parque. 
En una ciudad de Ucrania, Lvov, creo, en un muro de un edificio han diseñado un crucigrama que mide 30 metros de alto, en el día está vacío, y por la noche se iluminan las respuestas, las preguntas están repartidas por toda la ciudad, en monumentos, parques, sitios de encuentro, si uno vá paseando, de pronto se puede tropezar con una pregunta e intentar resolverla. En la noche, al volver a casa puede comprobar si la respuesta es la correcta, este gran crucigrama es una de las principales atracciones de la ciudad.
En una época de pasatiempos virtuales, el crucigrama seguirá teniendo adeptos, lo que realmente no tiene sentido es saber que en el ordenador, y con el Google se le tiene la respuesta inmediata a todo, de ahí que el arte de hacer crucigramas tiene que trascender a la simple referencia del dato, para mi gusto, el crucigrama debe ir más allá de lo complejo, de lo difícil, debe ser un una forma de hacer que las neuronas bailen.

De ahí, que aquellos que se refieren a hechos actuales, y que son construídos utilizando el ingenio y el fino humor adquieren esa dimensión de pequeñas obras de arte, en mi memoria queda el recuerdo de “Frailejón” un excelso crucigramero cachaco que, entre tantas de sus originales preguntas, escribía: Instrumento de cuerda. .. y la respuesta era: Campana!!!!

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