lunes, 18 de julio de 2011

ALBORADA VENDRÁ

Años, es el título de una canción de Pablo Milanés que comienza así: “El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos / y el amor no lo reflejo, como ayer. / En cada conversación,/cada beso, cada abrazo,/ se impone siempre un pedazo de razón.”.  Entonces cada vez que cumplimos años tenemos que reflexionar sobre ese duro garrotazo que es el paso infalible del tiempo.

Y como es obvio, aparecen los recuerdos, de los días de infancia cuando mi madre nos preparaba un desayuno especial y mi padre llegaba del trabajo por la noche trayendo un porqué de la pastelería Cyrano, y algún regalo que casi siempre era un libro o un juguete. En ese tiempo, igual que hoy, con mis hermanos seguimos celebrando este día con especial ternura.

En la adolescencia, con los amigos de barrio, navegábamos en garrafas de vino ordinario, y qué felices que éramos, me alegra sobremanera que aún hoy se acuerden de estas fechas, escriban y llamen, esos fueron unos días muy felices!!!!

Me gustan estos cumpleaños de ahora porque aparece mucha gente solo por estos días, -en el facebook-, dejan hermosos mensajes, aunque no inviten a celebrar personalmente. Hasta de la tarjeta de puntos de almacenes Exito lo felicitan a uno; me alegran especialmente las llamadas de esos días, y también quienes deciden acompañarnos en el brindis, también las hermosas sorpresas de recibir mensajitos cantados en vivo, (sobre todo la primera parte).

Tamborito en El Malecón
Buen camino hemos recorrido, aunque, como dice Joaquín Sabina “Aún el árbol con el que van a hacer mi ataúd no está sembrado aún”, hay marcas que vá dejando el tiempo, las cicatrices del alma, para las cuales no hay Botox, ni tintes, ni maquillajes que valgan, y las huellas que van apareciendo en nuestra apariencia y el desgaste de esa maquinaria que nos mantiene con vida. Algunos amigos me han ayudado a entender que llegamos a un estado en que quisiéramos detener los relojes, y empiezan a cambiar de hábitos; muchos han dejado de fumar, beben menos, o solo ciertos licores y en determinadas ocasiones, tienen lo que ellos llaman “hábitos saludables”, empiezan a arrepentirse del tiempo perdido, elevan sus ojos al infinito buscando tocar el dedo del creador y envían por el internet todos los mensajes que son que sublimizan la construcción de los seres virtuosos.

Queda claro que me espantan los libros de autosuperación, o los consejos sobre cómo enfrentar el paso del tiempo, o las historias de amores otoñales. También me aterrorizan las “cuchotecas”, los salones del recuerdo, la gente que dice: “se perdieron los valores, se perdió el respeto”; me molestarán toda la vida los adultos godos, y más los jóvenes godos, los seres excluyentes, la música militar, la comida vegetariana, el cigarrillo sin nicotina, la cerveza sin alcohol, el café sin cafeína, el sexo virtual, la leche deslactosada, las mujeres insípidas…..
El espejo nos devuelve entonces imágenes cansadas, cuando se nos aparece un rostro al cual le crecen más a mayor velocidad los pelos de la nariz y de las orejas, las líneas de expresión (otrora llamadas arrugas), se acentúan dotándonos de un aire experimentado y curtido, El cabello se destiñe, y empezamos a angustiarnos cuando las canas decidan aparecer allá donde sabemos. Eso sin hablar de lo que llamaríamos achaques: “Ala, me salió una vaina…., que me tiene jodido.” O de la espantosa letra chiquita.
Aún así nos toca continuar, es como cuando tocamos el borde de la piscina y empezamos a devolvernos, a ritmo más lento, dosificando fuerzas, sin ruido, con prudencia…. Y aprendemos a disfrutar la vida de formas diferentes. La buena educación es una vaina inventada por los viejos, por eso es tan aburridora, y se hizo para ocultar el paso del tiempo, así mismo el protocolo lo diseñaron para no sentirse agredidos ni irrespetados en su dignidad.
Como les digo, no estoy en contra del paso de los años, ni más faltaba!!!!, aún cuando ya  ciertas mujeres le pongan reparos a nuestra edad, uno qué culpa!!!, claro, pero en el caso que uno fuera multimillonario no existiría problema, verdad? Con los años llega la experiencia, el conocimiento, la sabiduría, el buen gusto…. Si ven? Hay muchas vainas con las que uno puede consolarse, mejorar su autoestima, sentirse atractivo… igual, también los años hacen huella en las mujeres, aunque ellas sí libren una encarnizada batalla para maquillarlos.
Una celebración intercultural
Lo que sí debe quedar claro es que aún continuaremos disfrutando la vida, no quiero tranquilidad, tampoco felicidad, es más, ni siquiera comodidad. Como el maestro Estanislao Zuleta asumo la dificultad, asumo las batallas así sea contra los molinos de viento, asumo con entereza el compromiso de tener en lo posible el tiempo para disfrutar las hermosas creaciones de los hombres, sobre todo el arte, la buena música, la literatura. Hago el firme propósito de no renunciar (todavía) a nada de lo que me gusta, quiero que sepan que nada me hace daño más que la indiferencia y la vulgaridad. Así que después de esta perorata sobre el paso del tiempo no me queda más alternativa que negarle la moneda de limosna a un chico indigente que me dijo ayer: “Pase ahí una moneda…. Cucho!!!!!!”


Sus comentarios los pueden enviar a megaspar@hotmail.com

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