miércoles, 14 de julio de 2010

A OLGUITA GUILLOT IN MEMORIAM...

Para qué te fuiste Olgita, si “La Gloria eres tú?” Se fue una de las mayores voces del bolero en todas sus épocas; partió hacia el cielo tisú, a cantar boleros con un coro de angelitos negros, a escuchar campanitas de cristal, a fascinar con ese lunar a los noctámbulos del cielo y a quienes la escucharon tantas veces en sus clandestinos retozos. Olguita Guillot, la esbelta cubana de la voz apasionada, la maestra del filin, con ese estilo de espectacularidad único, de matices y de gritos de pasión o de enojo visceral, deliciosamente empalagoso, exquisitamente sensual y a la vez de excelente factura, supo escoger uno de los mejores repertorios en la historia del bolero, supo interpretar los boleros que acarician la intimidad de los amantes, los sentimientos de mujer y el desamor que con frecuencia nos visita. De mis recuerdos asociados a Olguita guardo la imagen de mi madre cuando en el solar de la casa entonaba sus temas como “Miénteme”, “Alma Mía”, o “Campanitas de Cristal”, también evoco las medias veladas con vena de las tías Leonor y Alcira cuando venían a visitarnos, a los cines de barrio, a la radiola, los tocadiscos y los acetatos. Evoco el colorete rojo, las flores en el pelo, los ligueros, las pañoletas, los guantes de cabritilla y las carteras. Me inclino ante aquellas damas que usaban sombrero y fumaban con pitillera, qué guapas que eran!!!! Ah, y con Olguita recuerdo a María Félix y a Toña la Negra. Olguita era una hermosa imagen detenida en el tiempo de aquella época, y sin embargo no dejó de sorprendernos con nuevas interpretaciones como el tema “arráncame la vida”, interpretado a dúo con Sandro. Olga Guillot es una de las principales culpables de mi devoción por el bolero, de mis plegarias en su altar para que permanezca vivo; desde mis tempranos años me han acompañado sus canciones, por eso conservo sus longplays, los que escucho con frecuencia, con todo de “scrach” que es ese sonido que se produce cuando la aguja del tornamesa avanza por el surco, y que tengo que eliminar aplicando agua. Olguita, ya te haré el homenaje como te mereces, partiste de Cuba cuando comenzó la revolución, fue tu decisión, y sin embargo fuiste una de las voces más cubanas, no es sino escucharte en “Contigo en la distancia” y en tantos, tantos deliciosos temas que han engalanado mis noches de bohemia y de bolero. Entre tantos boleros de los que interpretó con su muy personal estilo, y por solo citar algunos sugiero “Voy”, “Adoro”, “Soy lo prohibido”, “Incertidumbre” , y tal vez el que más me gusta: “Qué sabes tú”: “Qué sabes tú lo que es estar enamorada, qué sabes tú lo que es estar ilusionada, qué sabes tú lo que es sufrir por un cariño, qué sabes tú lo que es llorar igual que un niño, qué sabes tú lo que es pasar la noche en vela, qué sabes tú lo que es querer sin que te quieran, qué sabes tú lo que es tener la fé perdida, qué sabes tú, si tú no sabes nada de la vida…” Olguita: Has llegado a ese donde solo llegan los privilegiados, los grandes, los que aportan sensibilidad y crean obras de arte para la grandeza de los hombres. Este año han sido remitidos al parnaso del placer y de la inmortalidad José Saramago, nuestro pintor Omar Rayo, Hernán Díaz, ese excelso maestro de la Rolleflex, entre los más cercanos, y a quienes rindo también un sentido homenaje. Olguita, por tu donaite, tu voz y tu legado solo basta decirte “Espérame en el cielo corazón”. Sus comentarios los pueden enviar a megaspar@hotmail.com Nota: las imágenes de este artículo han sido bajadas por buscador

No hay comentarios:

Publicar un comentario