viernes, 7 de octubre de 2011

LOS ÚLTIMOS DÍAS DE SAN PACHO

Los últimos días las fiestas de San Pacho entran en un estado de recogimiento, de veneración al santo patrono y se distancian de la algarabía del bunde y las verbenas barriales. El día de las barcazas se ven canoas paseando a San Pacho por el río Atrato, en la noche están los gozos, que son unos altarcillos que se erigen en cada barrio franciscano, y al día siguiente una procesión en donde el Quibdó feligrés hace un acto de fé y pide “disculpas” por sus pecados, en esta procesión algunos penitentes se visten a la usanza franciscana. La procesión visita los arcos, levantados en cada barrio y frente a los cuales se elevan plegarias. Una solemne música de chirimía  acompaña el cortejo.

En la clausura de las fiestas de San Pacho de este año se realizó una ceremonia en la Catedral, símbolo de los Quibdoseños y se despidió con un bonito espectáculo de fuegos artificiales. En estas fiestas juega un papel muy importante la tradición de los polvoreros, en todos los bundes y las comparsas es un atractivo, y existe toda una tradición del oficio. El manejo responsable de la pólvora adorna el cielo sanpachero.

A pesar de que tan solo son una docena los barrios Franciscanos, que hacen parte de las fiestas, el resto de barrios de la ciudad reclaman, para ser incluídos en las fiestas, y de alguna manera no sentirse segregados. Con todo lo agradable que tienen las fiestas se escuchan voces de inconformidad frente a que sean las empresas de licores las que sean las protagonistas principales de las verbenas barriales, otros opinan que las fiestas duran muchos días y que la ciudad queda semiparalizada, y además en una situación de empobrecimiento y de falta de oportunidades “no alcanza la plata”, otros se quejan de que la violencia y el número de muertos se incremente por esos días; también proliferan las basuras, y el caos del tráfico, y tantas situaciones que una buena administración de las fiestas y el municipio tendrá que entrar a evaluar y tomar medidas para mejorarlas.




Con todo lo que se diga, que este año los “Cachés” no estuvieron tan lucidos, que los disfraces no fueron innovadores ni originales, que no se dió la asistencia esperada a las verbenas, San Pacho es un excelente  motivo para estar en Quibdó, para compartir con sus gentes, para entender la cultura viva de un pueblo con profundos elementos de cohesión… para disfrutar de una fiesta auténticamente popular, para alegrar el espíritu y para que el cuerpo se deje llevar por los aires de la chirimía. Será hasta el próximo año.
Sus comentarios los pueden enviar a megaspar@hotmail.com

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