martes, 14 de septiembre de 2010

DE CANTAUTORES Y TROVADORES

Tal vez la canción es la expresión musical más tradicional y estrechamente ligada al sentir de los hombres. La esencia de la canción está en cantar lo que el alma quiere pregonar. A veces es muy íntima, otras veces su voz se escucha a los cuatro vientos, cuando juglares y trovadores le han hecho caminos y han llevado sus notas a lugares insospechados.

Las canciones hablan del amor, de los ideales y de las utopías, de la admiración hacia la tierra que observamos o hacia la naturaleza, son expresión sentimental de anhelos y frustraciones, de asombros y de quimeras. Algunas de ellas han tenido procesos de concepción que reúnen determinadas características que fueron perfilando a quienes hoy podríamos llamar CANTAUTORES.

No es posible imaginar a un cantautor sin estar acompañado de su guitarra, es un artista que compone para sí, que en lo posible evita acogerse a fórmulas comerciales para producir música, y que ante todo pregona la libertad para elaborar sus temas, para decir en el canto lo que quiere expresar, para denunciar y para concebir formas libres de volar, de declarar el amor y de vincular íntimamente la poesía a la creación. Los cantautores se diferencian de otros músicos porque generalmente escriben las letras de sus canciones, les hacen música y además las interpretan, es decir cada canción es parte de ellos mismos, refleja su manera de sentir y de asumir la vida, o sea que el cantautor es consecuente y responsable de su obra.

Dentro de los propósitos de los cantautores no está el obtener ventas millonarias, o trofeos de farándula, así en ocasiones lo hayan logrado; sus temas procuran ser inteligentes, que transmitan algún mensaje a quien los escucha, que transmitan sensibilidad o que sean testimonios de las épocas y circunstancias en que fueron concebidos. Los cantautores tienen ciertas características comunes: Son irreverentes, tienen un sentido del humor complejo y mordaz, saben que –como decía Manuel Zelaya “la poesía es un arma cargada de futuro”-, generalmente procuran tener unos públicos más selectos, que sean capaces de escuchar y asimilar sus mensajes, aunque a veces tiendan posar de intelectuales, creo que ante todo respetan al auditorio brindando altísima calidad en sus creaciones y estimulando una conciencia social para buscar mundos más vivibles, más incluyentes, más libres y, naturalmente, más alegres. En cuanto a la música han procurado mantener vigentes las raíces folclóricas y tradicionales, sin dejar por ello de experimentar con nuevas formas jazzísticas o sonidos experimentales, todo ello le genera identidad propia sus notas al aire.

Siento un profundo respeto por la obra de los cantautores, sus canciones me han acompañado en lo que llevo de existencia y además han contribuido a perfilar mis gustos poéticos y estéticos, a tratar de escudriñar bajo otras ópticas la realidad social, humana e histórica que vivimos y a entender que el amor puede llegar a ser una forma más de libertad, de placer y de armonía.

Son muchos los cantautores que merecen reconocimiento, seguramente con el tiempo podré dedicarme a escribir sobre quienes más me gustan; tan solo dejaré algunos nombres que seguramente le dicen algo a quienes leen esta columna o les traen a la memoria épocas no tan recientes, vivencias y sueños inconclusos.

Georges Brassens es para mí el maestro de los cantautores actuales, vivió la mayor parte del tiempo en su casa de campo del sur de Francia, alejado de la popularidad y la fama. De él recibieron gran influencia Paco Ibañez y el cantautor por excelencia Juan Manuel Serrat, de quien hablaremos en una próxima ocasión. En la América latina desde los años 60?s y debido a la convulsionada situación política de muchos países surgieron grandes exponentes como Victor Jara, quien ofrendó su vida en la dictadura de Pinochet, o Alfredo Zitarrosa, exiliado como otros tantos debido a la presencia de estos regímenes en América latina… que lo digan Piero, Mercedes Sosa, o el mismo Serrat. La obra de los cantautores se defiende sola, la historia va decantando nombres y entre quienes permanecen podemos hablar de Alberto Cortés, Luis Eduardo Aute, César Isella, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel Nicola, Moustaki, León Gieco, Amaury Pérez, Víctor Heredia, el mexicano Oscar Cháves, el venezolano Alí Primera, Chico Buarque, Joaquín Sabina, y más recientemente Fito Páez, Pedro Guerra, Alejandro Filio, Ismael Serrano y Jorge Drexler. Muchos más nombres también merecen ser incluidos en esta lista, seguramente cuando amplíe esta nota, tendrán un lugar especial.

En cuanto a las mujeres, son muy pocas las que pueden considerarse cantautoras que cuenten con un reconocimiento similar al de los hombres; la más grande a mi juicio es Violeta parra, después de ella tal vez Silvina Garré, Liuva María Hevia, Sara González… a cambio han sido exquisitas intérpretes de la nueva canción, un hermoso ramillete de ellas estaría engalanado por Mercedes Sosa, Tania Libertad, Nacha Guevara, Amparo Ochoa, Ana Belén, Teresa Parodi, Soledad Bravo y Katia Cardenal. En nuestro país aparte de Ana y Jaime y un intermitente Pablus Gallinazus podemos decir que hasta hace poco Juanes reunió elementos de identidad de un cantautor, elementos que se han ido desdibujando debido a su absorción por el mercado y el mundo farandulesco. Ahora el propósito es que revisitemos estas voces y nos deleitemos con sus canciones.

Sus comentarios los pueden enviar a megaspar@hotmail.com

Nota: En los primeros días de Septiembre el maestro Antonio Ibañez llamado El caballero de la Noche, amigo periodista, excelente contertulio, melómano con vocación de bolero, ha partido de este mundo. Para él un especial reconocimiento a su labor, a su generosa amistad y que ojalá a donde vaya siga charlando tan sabroso…..

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